Esta semana hemos operado una conejita que
pese a estar muy delgada tenía una gran barriga. Durante la laparotomía
pudimos confirmar la sospecha de hidrómetra, un gran acúmulo de líquido
en uno de los cuernos uterinos. A la pobre la hemos librado
de casi 1000g de sobrepeso. Tras la cirugía, una esterilización,
ovariohisterectomía (extirpación de ovarios y útero), nos ha sorprendido
a todos comiendo con ganas a las pocas horas. Ahora ya está en su casa,
mucho más tranquila, acabándose de recuperar. Está hecha toda una
campeona.
Despertándose de la anestesia. Increible lo que tenía dentro la pobre conejita. Menudo alivio!
Seis horas tras la ovariohisterectomía ya estaba comiendo con apetito. Un poco adormilada por los analgésicos, pero con mucha hambre!
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