La pareja de halcones peregrinos que habita en la Sagrada Família se ha quedado sin descendencia este año después de que unos desconocidos accedieran a la torre elevada en la que tenían su nido y robaran los pollos recién nacidos. El fiscal de Medioambiente, Antoni Pelegrín, ha abierto una investigación tras la denuncia presentada por el Ayuntamiento de Barcelona y la ha encomendado a los agentes rurales.
El responsable del programa municipal de reintroducción, Eduard Durany, fue quien alertó de la desaparición. «Controlábamos de lejos a la hembra porque sabíamos que estaba incubando unos huevos, pero, de repente, un día subimos y ya no estaban». Durany desconoce cuantas crías habían nacido, «pero lo normal es que fueran tres o cuatro».
Los halcones de la Sagrada Família suelen criar en un recodo de difícil acceso que cuenta con una webcam para facilitar el seguimiento de los naturalistas. Sin embargo, la nueva pareja de halcones -la hembra anterior murió el año pasado, pero esta primavera había llegado otra- ha optado por instalar el nido en un emplazamiento diferente de la misma torre, unos 15 metros más arriba. «No hemos visto nada», asume Durany. El responsable de los halcones recuerda que la especie está totalmente protegida y que, además, el robo se ha cometido en un lugar de acceso restringido.
Durany descarta que el autor haya sido un turista gamberro, «porque hasta allí no llegan», pero recuerda que en las obras de la Sagrada Família siempre hay mucha gente circulando. «Tendremos que poner un candado», dice. Sergi García, colaborador del programa, explica que el año pasado ya fueron detectados en la misma zona unos extraños llevando comida a los halcones.
